Hoy hablaré de la relación que tengo con mis parejas, ¿Curioso verdad? Curioso pero real.
Siempre comento de alguna manera cómo es la relación con mis parejas; cercana, personal… pero nunca profundizo en el por qué, en como llegamos a ello.
Desde el momento que se sientan en mi estudio, con ciertas parejas establezco una conversación tan amena que parece que nos conocemos de toda la vida. ¿Por qué? Quizás estén realmente delante de la persona ideal para su boda.
Cuando vuelven a decirme que definitivamente lo tienen claro, que soy su fotógrafa de boda, empieza una relación entre ambas.
No solo intercambiamos información para formalizar la reserva, intercambiamos las ganas de seguir en contacto. Es verdad que la vida de un fotógrafo está llena de numerosas tareas, al igual que la de una novia preparando su boda, por eso, en mi caso, les ofrezco mi ayuda.
Muchos os peguntaréis el por qué, la respuesta correcta es “¿Por qué no? Yo me he “casado” muchas veces, sé cómo funciona una boda, al menos más que una novia primeriza.”
Es por eso por lo que les ofrezco mi ayuda para lo que necesiten, y muchas la aceptan y utilizan. Esto no quiere decir que les organizo la boda, ni mucho menos, simplemente les ayudo sobre pequeñas cosas que desconocen.
Cuando una novia contrata los servicios de un fotógrafo de bodas, lo hace 6-12 meses antes del día de la celebración. En ese tiempo nos conocemos, nos ayudamos y organizamos la boda para que todo salga a la perfección, es algo que siempre hacemos y que seguiremos haciendo. Los novios no saben contabilizar el tiempo de cada momento de ese día, no cuentan con cosas que nosotros sabemos que ocurrirán porque es ley de cualquier boda. Juntos organizamos un pre-horario para que todo salga ¡Chapó! Ellos lo agradecen, se dan cuenta de que esto les permitirá estar más tranquilos.
La relación con mis parejas es personal, saben que mi manera de trabajar implica saber de ellos para hacer mi trabajo a la perfección. La relación con mis novios mola, es cercana y auténtica, y eso me motiva día a día para ofrecer lo mejor de mí, para ofrecer el mejor reportaje de boda que hayan visto y que haya hecho.