Cuando empiezo un reportaje de pareja, sé que ellos están nerviosos… No saben lo que sucederá en esas dos horas que nos siguen. Pero también sé, que vivirán una increíble experiencia.
Les enseño mi casa, mi precioso monte. Les hago respirar aire puro mientras nos conocemos un poco más… Les relajo y les sumerjo en una atmósfera sencillamente limpia.
Les explico qué postura pueden adoptar, pero les aconsejo que se miren a los ojos y se dejen llevar.
Se miran y es cuando yo desaparezco…
Es entonces cuando empiezo a fotografiar.
No quiero fotos forzadas, no quiero fotos falsas. Quiero verdad, quiero sentimiento…
En mis reportajes de pareja, genero una bonita atmósfera para que esos gestos que veis en mi fotografía, afloren de una manera natural.
Quiero fotos reales. Quiero fotos que recuerden algo que sí ha sucedido.
Liz&Ricardo, se dejaron llevar completamente. Olvidaron todo lo que había a su alrededor y se entregaron el uno al otro, algo que ellos creían imposible, pero que con los minutos vieron posible.